
El estrés es un componente natural de la vida: nos motiva a alcanzar objetivos, pero se convierte en negativo cuando excede nuestras capacidades, llegando a generar reacciones biológicas contraproducentes para nuestra salud.
La psicóloga y docente de la Universidad Wiener, Mercedes Ortiz, explica que existen dos tipos de estrés. El negativo se llama distrés, y se refiere a los estímulos dañinos que te debilitan y restan confianza. El otro se llama estrés que, a diferencia del primero, nos ayuda a salir de nuestra zona de confort y correr ciertos riesgos que no son peligrosos, pero que nos pueden ayudar a mejorar.
En la actualidad la rutina laboral suele estar cargada de estrés. Por ello, Ortiz sostiene que debemos aprender a distinguir entre el negativo y el positivo. Además, nos brinda algunas pautas para combatir el estrés del trabajo y contribuir con nuestro bienestar en un día laboral. ¿Quieres conocer cuáles son?
Antes de la jornada laboral: procurá tener pensamientos positivos, sentido de vida, planifica tu día, aprendé a respirar adecuadamente, ejercítate, buscá un tiempo personal y separá los ámbitos de tu vida.
Durante la jornada laboral: practicá la asertividad con tus pares, superiores y subalternos, tené un ambiente confortable para trabajar y alimentate adecuadamente.
Tené pequeñas pausas laborales (realiza estiramientos y respiraciones profundas). Algunas empresas están poniendo en práctica la gimnasia laboral para mejorar el rendimiento de sus trabajadores.
Después de la jornada laboral: equilibrá todos los ámbitos de tu vida: laboral, familiar, social, emocional; evitá trasladar el trabajo de la oficina al hogar, dormí lo necesario y disfrutá de tu tiempo libre.
Fuente: Eme de mujer