Ejemplos de gradación
- Si no tomo la medicación, enfermaré más.
- Él contaba los segundos, minutos, horas, días, semanas, meses y años para verla.
- Y la tierra se convirtió en humo.
- Si no trabajo, no tengo dinero.
- Suena (el teléfono), atiende, habla, corta.
- La guerra trae muerte.
La gradación es una figura retórica que consiste en la enumeración de elementos en orden ascendente o descendente para enfatizar una idea o aumentar su intensidad. A continuación, se presentan más ejemplos de gradación:
- El viento soplaba suavemente, luego con más fuerza y finalmente se convirtió en un huracán.
- Las olas del mar eran pequeñas, medianas y gigantes.
- El sol calentaba levemente, luego intensamente y finalmente abrasadoramente.
Otro ejemplo de gradación se puede encontrar en la siguiente tabla:
Edad | Precio (euros) |
---|---|
0-5 | Gratis |
6-12 | 10 |
13-18 | 15 |
19-25 | 20 |
26-59 | 30 |
60+ | 25 |
En este ejemplo, se muestra una gradación en los precios de entrada según la edad de las personas. A medida que aumenta la edad, el precio también aumenta gradualmente.
¿Qué es la figura literaria de la gradación?
La gradación es una figura literaria que se caracteriza por la sucesión de anadiplosis, es decir, la repetición de la última parte de un enunciado al comienzo del enunciado siguiente. Esta figura retórica se utiliza para crear un efecto de aumento progresivo o de intensificación en el discurso. A través de la gradación, se establece una conexión entre las ideas o conceptos presentados, generando un sentido de continuidad y creando un ritmo ascendente en el texto.
La gradación puede ser utilizada tanto en prosa como en poesía, y su objetivo principal es enfatizar una idea o concepto de manera gradual y creciente. Al repetir una palabra o una frase al comienzo de cada enunciado, se refuerza su significado y se le otorga mayor importancia dentro del contexto. Asimismo, la gradación puede contribuir a crear un efecto emocional en el lector o en el oyente, ya que el aumento progresivo de intensidad genera un impacto dramático.
¿Qué son las gradaciones y degradaciones?
Las gradaciones y degradaciones son términos utilizados en el campo del diseño y la composición visual. Se refieren a la forma en que se realizan los cambios graduales en una imagen, ya sea en términos de color, tono, forma o tamaño.
La degradación en la figura se refiere a la secuencia gradual de cambios reales en la imagen. Esto puede implicar una transición suave de un color a otro, un cambio gradual en el tamaño de un objeto o una transformación progresiva de una forma a otra. La degradación se utiliza a menudo para crear efectos de sombra, iluminación o profundidad en una imagen.
Por otro lado, la gradación en la figura se refiere a la forma en que se organizan los elementos visuales para crear una secuencia gradual de cambios. Esto puede implicar la unión o sustracción de submódulos que forman gradualmente un módulo más grande. Por ejemplo, en un diseño de tipografía, se pueden utilizar letras de diferentes tamaños o grosores para crear una gradación en la figura.
¿Qué es una gradación ascendente y descendente?
La gradación ascendente es una figura retórica que se utiliza para enfatizar una sucesión de palabras o conceptos en orden creciente de importancia o intensidad. En este tipo de gradación, las palabras utilizadas suelen ser positivas o representar algo bueno, lo que crea un efecto de aumento o elevación en el discurso. Por ejemplo, en la frase “me siento bien, feliz y realizado”, se utiliza una gradación ascendente para resaltar el progresivo incremento de emociones positivas.
Por otro lado, la gradación descendente es el opuesto a la ascendente, ya que implica una sucesión de palabras o conceptos en orden decreciente de importancia o intensidad. En este caso, las palabras utilizadas suelen ser negativas o representar algo malo, lo que crea un efecto de disminución o descenso en el discurso. Por ejemplo, en la frase “me siento frustrado, triste y desesperado”, se utiliza una gradación descendente para resaltar el empeoramiento progresivo de emociones negativas.
¿Qué es la gradación y cuáles son algunos ejemplos?
La gradación es una figura retórica que consiste en la enumeración o encadenamiento de palabras o conceptos en forma ascendente o descendente, según su importancia o intensidad. Originalmente, la gradación se utilizaba de manera literal, es decir, se enumeraban palabras en forma consecutiva. Sin embargo, con el tiempo esta figura adquirió un significado más amplio, refiriéndose al ordenamiento de palabras o ideas de forma creciente o decreciente.
Un ejemplo claro de gradación ascendente sería: “Estoy cansado, agotado, exhausto”. En este caso, se van añadiendo palabras que intensifican el nivel de cansancio, creando una sensación de agotamiento cada vez mayor. Por otro lado, un ejemplo de gradación descendente podría ser: “El sol brilla, el viento sopla, el mar canta”. En esta frase, se utiliza la gradación para describir una escena en la que se van añadiendo elementos que aumentan la intensidad y la belleza del paisaje.
La gradación es una figura retórica muy utilizada en la literatura, la poesía y la publicidad, ya que permite destacar y enfatizar las palabras o ideas que se enumeran. Además, también puede utilizarse para crear un efecto de suspense o anticipación, al ir aumentando la intensidad o importancia de las palabras a medida que se suceden. En resumen, la gradación es una figura retórica que consiste en el encadenamiento de palabras o ideas en forma ascendente o descendente, con el fin de enfatizar y destacar ciertos conceptos en un texto.
¿Qué es la gradación en un poema?
La gradación en un poema es una figura retórica que consiste en la sucesión de anadiplosis, es decir, la repetición de la última parte de un enunciado al comienzo del enunciado siguiente, a lo largo de dos o más segmentos textuales consecutivos. Esta figura se utiliza para crear un efecto de progresión o escalada en el poema, aumentando la intensidad y el impacto emocional del mensaje.
La gradación puede utilizarse de diversas formas en un poema. Por ejemplo, puede comenzar con palabras o frases de menor intensidad y luego ir aumentando gradualmente la fuerza y la emoción, creando así una sensación de crecimiento o acumulación. También puede utilizarse para establecer una secuencia lógica o narrativa en el poema, donde cada enunciado se conecta con el siguiente a través de la repetición de una parte del anterior.